Arnold J. Toynbee dedicó su vida a buscar la respuesta a estas interrogantes: ¿Qué hace que una gran nación surja y luego desaparezca? ¿Qué condiciones contribuyen a que una civilización prospere? Los resultados de su investigación aparecen en una obra de varios tomos titulada A Study of History [Estudio de la historia].
A continuación las conclusiones que descubrió durante toda una vida dedicada a la investigación:
Primero, él rechaza la hipótesis de que exista alguna raza superior a las demás.
En segundo lugar, también rechaza la teoría de que el medio ambiente aporta las condiciones adecuadas y propicias que contribuyen al desarrollo de las grandes sociedades. Más bien, el autor encontró que una vida fácil no contribuye a la grandeza de una sociedad, sino que se opone al desarrollo de ella. Un clima placentero, por ejemplo, no produce grandes civilizaciones. Toynbee descubrió que las grandes naciones surgen como respuesta a los desafíos presentados por alguna dificultad que las obliga a realizar un esfuerzo superior. El obstáculo puede ser geográfico, político o militar. Puede ser incluso un clima inhóspito. Mientras exista un desafío, algo en contra de lo cual luchar y sobreponerse; mientras existan nuevas fronteras, habrá crecimiento y vitalidad. Sin embargo, una vez que una nación alcanza el éxito, a menudo rebaja sus normas y se vuelve descuidada. Al dar su bienestar por un hecho, se torna complaciente y perezosa, y luego declina.
Los principios de Toynbee también se aplican a las organizaciones, así como a las familias y los individuos. Las riquezas y la dejadez son motivos de decadencia. Arnold J. Toynbee nos dice que a fin de crecer, las naciones importantes, quizá las grandes organizaciones e incluso los prominentes individuos necesitan un desafío, una frontera que debe ser conquistada, una desventaja, alguna incertidumbre.
¿Cuál es tu desafio o frontera que debes conquistar?